Asamblea de Septiembre: Southern Cross, un lugar sagrado
Cuando Patricia y yo decidimos la creación del colegio, pensamos en un lugar que fuese contenedor, respetuoso, creativo y alegre donde quienes lo habitasen pudiesen desarrollarse como personas autónomas, sensibles, solidarias y conscientes de sí mismas y los demás.
Ahora este proyecto es de toda la comunidad y nos corresponde a cada uno de nosotros que se cumpla esta impronta fundadora.
Las grandes tareas se construyen de pequeños actos que sumados hacen la diferencia.
Por eso en este mes nos propondremos registrar y hacer conscientes qué cosas puedo hacer para colaborar en que Southern Cross siga siendo un refugio al que llego cada día.
Ingrid – Fundadora de nuestro colegio