Asamblea de junio: Alegría y Disfrute
La alegría es una cualidad del alma.
Nace de un estado interior que se nutre del sentido de la vida.
Si bien no me puedo proponer “voy a estar alegre”, sí podemos disponernos a conectarnos con ese estado de ánimo que hace que la vida sea más liviana, el trato con los demás más amoroso y así ser todos un poco más felices.
A veces el apuro, las obligaciones, los conflictos nos llevan a olvidarnos de sonreír, reír, recurrir al humor, divertirnos, jugar…
Y disfrutar no sólo con lo extraordinario, sino principalmente con lo pequeño que está a nuestro alcance constantemente. Abro la canilla y sale una exquisita agua caliente,
Llego al colegio y una nena de primer grado me abraza…
La alegría surge de la gratitud que nos ayuda a apreciar y reconocer las cosas buenas de nuestra vida. Cuando cultivamos una actitud de gratitud abrimos nuestros corazones a la alegría.
La alegría se multiplica cuando la compartimos. Cuando ayudamos a otros a encontrar su propia alegría aumentamos la nuestra.
Para ver cómo se encarna esto en lo cotidiano nos podemos proponer observarnos y registrar en qué situaciones la alegría y el disfrute nos surgen espontáneamente.
¿Cómo es mi risa y mi sentido del humor? ¿Me puedo mirar a mi misma con sentido del humor y reírme de mí con amorosidad?
¿Puedo disfrutar en paz sin pensar en todo lo que tengo que hacer?
Como siempre, la receta es registro, pausa y silencio.
Hay personas que son espontáneamente alegres y lo manifiestan abiertamente.
Otras son más para adentro y lo manifiestan sutilmente.
Hay tantas formas de vivir y expresar la alegría y el disfrute como individuos.
En este tema también es bueno convivir con la diversidad. Evitar rotular con estereotipos.
Lo importante es que cada uno encuentre su propia forma y estilo para que la expresión de nuestra alegría sea genuina y no una postura para agradar a los demás.
Y recordemos que la familia es el ámbito natural y ojalá sea el lugar, donde encontremos la paz y la protección que generen en cada uno el don de la alegría y el disfrute por sabernos amados.